PANENTEÍSMO
¿Y si el mundo es el cuerpo de Dios?
El
panenteísmo es la cosmovisión intermedia entre el panteísmo y el teísmo;
también se conoce como teología procesal. Como en el
teísmo, el mundo necesita a Dios para existir, pero al igual que en el
panteísmo, Dios también necesita al mundo para expresarse a sí mismo. Así que,
aunque en un sentido Dios está más allá del mundo, en otro, Él también es el
mundo. Lo que está más allá de nuestra esfera se hace sentir (concretándose a
sí mismo) en el mundo. De modo que Dios siempre cambia como cambia el mundo.
Él
está en el proceso de llegar a ser todo lo que puede ser. Ninguna
religión importante suscribe el panenteísmo.
¿QUÉ CREEN LOS PANENTEÍSTAS ACERCA DE DIOS Y EL MUNDO?
Dios
tiene dos polos: uno primordial, que es eterno, inmutable, ideal, que
trasciende el mundo; y otro consecuente, temporal, cambiante, real e idéntico
al mundo. La naturaleza primordial de Dios es su polo potencial: lo que Él
puede ser; la consecuente es lo que Él realmente es en el momento. De manera
que el mundo no es diferente de Dios, sino que es uno de sus polos. El polo
potencial habita el mundo tal como el alma mora en el cuerpo. Ahí se
materializa. Así, el mundo es lo que, precisamente, Dios ha llegado a ser.
Debido a eso, Dios nunca es realmente perfecto; solo está en proceso de perfección.
Para llegar a ser “más” perfecto, necesita nuestra ayuda, como escribió
Hartshorne:
“En su último
estado concreto, Dios es “hecho” – o producido – conjuntamente por Él y el
mundo, en estados independientes previos. No somos simplemente “cocreadores”
con Dios del mundo sino, cocreadores con Él, de Él mismo”.
El
mundo crea a Dios justo como Él crea al mundo. De modo que Dios es “como era en el principio, es ahora y será
siempre, un mundo sin fin”.
¿QUÉ CREEN LOS PANENTEÍSTAS EN CUANTO AL MAL?
Dios
no puede controlar el mal, ni garantizar que alguna vez lo eliminará. Sin
embargo, creen que el mal abre nuevas posibilidades para que Dios se autorrealice,
presentando nuevas oportunidades para crecer y llegar a ser perfecto, de modo
que el mal no es necesariamente indeseable.
¿QUÉ CREEN LOS PANENTEÍSTAS EN CUANTO A LOS VALORES?
Puesto
que Dios cambia constantemente, también lo hacen los valores. Puede haber
cierto ideal del bien en la primordial
de Dios, pero lo que debe interesarnos es crear belleza en nuestras vidas en el mundo
real, sin referirla a algún imaginario estado futuro de las cosas. La
amabilidad conduce a la belleza y armonía, mientras que la crueldad a la
fealdad y la discordia. La preocupación produce intensidad, y su opuesto es la
apatía. Todas las normas morales deben derivarse de estos principios y adaptar
su influencia para mejorar la experiencia presente.
¿CÓMO DEBEMOS RESPONDER AL PANENTEÍSMO?
Uno
debe plantearse con sencillez, cómo empezó a formarse todo el sistema; algo así
como: “¿Qué fue primero: el huevo o la
gallina?” Si el polo potencial vino antes que el real, ¿cómo se materializó
alguna vez? El polo real no pudo haber venido primero porque no tenía potencial
para llegar a ser. Los panenteístas dirán que siempre existieron juntos, pero
entonces tenemos que encarar el hecho que el tiempo no puede retrotraerse
infinitamente al pasado.
La
única respuesta sería que algo más creó la esfera completa. Se necesitó a un
Dios trascendente para crear una gallina que pusiera huevos. Además, ¿cómo
puede saber que todo está cambiando si no hay parámetro inmutable para medir el
cambio? Así que, ¿cómo sabemos que todo cambia sin mirar algo que no cambia? El
panenteísmo carece de explicaciones porque sostiene que aún Dios cambia
constantemente. [1]
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